Este lunes 13 de enero de 2014 comencé una pequeña colaboración en Radio Nacional de España. El microespacio se llama "Alborada" y viene a ser como un "buenos días con alegría"; la cosa está en encontrar los motivos para la alegría, para la esperanza, para sacarle a la jornada todo su jugo. En eso estamos. Se emite por el 92.1 (creo) y vía internet en www.rtve.es a las… 5.55 de la mañana… Así que iré compartiendo en este blog -al menos hasta que estén disponibles los podcasts- los comentarios matutinos.
Alborada. 14-1-2014. RNE.
"Buenos días querido oyente, saludos desde el Cerro de los Ángeles, en Getafe. Te propongo que saquemos aún algunas lecciones de la Navidad que acabamos de vivir, y que pueden iluminar, hermosear, nuestro día a día.
Estoy seguro de que en casa, o en el trabajo, en la televisión o en algún escaparate hemos contemplado los días pasados alguna imagen del Belén. Es un clásico desde que al gran san Francisco de Asís se le ocurriera representar en vivo ese Misterio. Lo tenemos todos en la mente, en la imaginación: el Niño Jesús recién nacido acostado en un pesebre, vestido con un pañal; la Virgen María recostada junto a él, o sentada a su lado; de pie, cerca, san José; el decorado extra es muy variado: la mula y el buey en el establo, los pastores con sus animalillos, y el resto de personajes más o menos tradicionales. Ésta es la escena.
Belén artesano obra de Enrique Bernardo Carrera (Ciempozuelos)
Romano Guardini -un escritor alemán de origen italiano del siglo pasado- se preguntaba cómo era posible algo semejante. Escribía así: “Que Dios haya salido de la eternidad para entrar en lo temporal y caduco, que haya cruzado el umbral de la historia, no puede ser comprendido por ninguna mente humana. Un amigo me dijo unas palabras gracias a las cuales acerté a comprender mucho más que mediante la simple reflexión. Me dijo: “el amor hace cosas así”.
Creo que es verdad, querido oyente. El amor hace cosas así. Mira en tu vida y descubre cuántas veces has protagonizado un gesto gratuito, incluso desproporcionado, desmedido, de afecto, de generosidad. O cuántas veces has sido receptor de un signo así. Una ayuda inesperada en el trabajo, un vecino que nos socorre, o más aún, un extraño que nos trata como de la familia. Lo mejor de todo es que se trata -sin duda alguna- de las experiencias más valiosas de la vida. Qué alegría saber que el amor hace cosas así. Feliz martes."
¡Y qué grandes cosas hace el amor! ¡Incluso hacer grande lo más pequeño, y exitoso el mayor de los fracasos!
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