martes, 16 de octubre de 2018

RADIOGRAFÍA DEL LAICISMO

Os cuento una historia: un grupo de estudiantes de una universidad se juntan y deciden montar una asociación en el campus. Se enteran de los trámites que hay que hacer, se ponen manos a la obra y cumplimentan los requisitos. Se acercan a la Administración y formalizan su realidad: aprobados. A continuación, solicitan tener un primer acto de la asociación en algún aula de la universidad. Como son católicos, exponen que quieren empezar celebrando una Misa, y que además le han pedido a su obispo que la oficie. La universidad concede los permisos y el espacio -un aula amplia-, aunque -al parecer- no lo haga con mucho agrado. Pero las normas son las mismas para todos… se supone, por lo que dan el visto bueno. Los jóvenes universitarios comparten con alegría la doble buena nueva: la creación de la asociación y su inauguración en una Misa. Y entonces se enteran otros estudiantes, de otras asociaciones. Y escriben este comunicado, en concreto la asociación universitaria Margarita Nelken:



“Nosotros entendemos que la universidad es un lugar de producción y difusión de conocimientos, no de fe”

“También entendemos la universidad como un espacio democrático, y dado que laicismo es igualdad e igualdad es democracia, no podemos consentir que se lleven a cabo prácticas religiosas en una universidad pública”

“Si nuestra constitución reclama la separación del espacio público y el privado, la aconfesionalidad, ¿cómo se puede tolerar esta situación?”

Y terminan su escrito emplazando a la asociación en cuestión a cancelar este acto, en atención “a las responsabilidades éticas para con la comunidad”. ¡Toma ya!

Y entonces el decanato en cuestión, 24 horas antes del evento, revoca el permiso concedido a la novel asociación, alegando que “hay indicios de que su celebración podría impedir la normal realización de las actividades propias de la universidad”. ¿Pero cómo una Misa va a impedir la normal realización de nada?

La universidad -por otro lado brillante en muchos aspectos- es la Carlos III de Madrid. La recién nacida asociación, Totus Tuus. Y los hechos relatados han sucedido hoy, 16 de octubre de 2018, en el campus de Getafe.  

Y ésta es la radiografía del laicismo. 

Si ellos entienden que la universidad no es un lugar para la fe, no puedes manifestar la fe, porque ellos lo dicen.

Si ellos entienden que la universidad es un espacio democrático, lo es, pero no para todos.

Si “laicismo es igualdad, e igualdad es democracia” -ojo a la sesuda fórmula- la igualdad no es para todos. Los universitarios de la asociación Totus Tuus no tienen el mismo derecho a reunión como el resto. 

Si de algún modo amenazan con interferir en el acto, con alterar “la normal realización de las actividades propias de la universidad”, entonces lo que hace la Universidad no es impedirlo, garantizar los derechos legítimos de sus alumnos, sino prohibir un acto legítimo, aprobado y pacífico. Esto es el laicismo, el de la asociación Nelken, y el del Decanato de la Carlos III.

Y esto ha sucedido en la Universidad, que debería ser el ámbito privilegiado del respeto y el diálogo… No quiero ser agorero, pero con estos mimbres se hace difícil tejer una sociedad verdaderamente democrática y que conviva en paz. Ojalá me equivoque. 


La respuesta de los jóvenes de Totus Tuus me parece muy significativa Se han juntado en el Campus, han leído un mensaje, y han invitado a los que quisieran a rezar juntos. Han recitado el Rosario, pidiendo por todos los universitarios, las familias, las necesidades de la gente. Por eso termino este texto, y este día, con esperanza. Además recordando que justo hoy se cumplen 40 años de la elección de Juan Pablo II como Papa. A él -que le tocó lidiar con el nazismo primero y con el marxismo y sus muros después- encomiendo a estos jóvenes, y nuestra sociedad. Para que no tengamos miedo





Adjunto el texto leído esta mañana por el portavoz de Totus Tuus, Emilio Esteban-Hanza.
Las diferencias entre los manifiestos de ambas asociaciones son palmarias.

PRESENTACIÓN DE LA ASOCIACIÓN

  1. Dar las gracias. Es nuestra obligación.

Lo primero de todos, muchas gracias a todos por estar hoy aquí por Cristo. El mundo siempre lo han transformado un puñado de valientes, el mayor cambio de la historia empezó con tan solo doce personas que decidieron dejarlo todo y seguir a la Verdad. Vosotros sois hoy esos valientes. Así que hermanos, de todo corazón, muchas gracias. Todo por Cristo. 

Es bueno recordar también que estamos aquí cumpliendo con nuestra obligación de católicos. La Fé no es un como un tesoro que recibimos y que lo guardamos para nosotros y que nadie nos lo quite. Me gusta mucho algo que dice el P. Francisco Fernández Carvajal en una obra: “la fe no es un sálvese quién pueda” los católicos tenemos una obligación grave de llevar el mensaje de Cristo allá dónde estemos. “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. El mensaje de Cristo es lo mejor que podemos ofrecer a los que nos rodean. Y lo tenemos que ofrecer, con amor, con paz, con serenidad. Sin violencia, nunca. Enhorabuena, a todos por cumplir con nuestro deber. 


  1. ¿Por qué estamos en este sitio?

Los que no estéis al tanto, os preguntaréis que por qué estamos haciendo esto aquí y no en un Aula como cualquier otra asociación. Como sabéis, hace ya unas semanas pedimos desde la asociación un espacio en la universidad para celebrar el acto inaugural, que se trataría de una eucaristía con presentación de la asociación y un pequeño almuerzo en el que conocernos mejor en un ambiente festivo. Apreciando que todas las formalidades eran correctas y la actividad sin motivo de denegación, se nos concedió el aula 10.2.12. Invitamos al obispo para que oficiase la ceremonia y accedió gustosamente. 

Con la promoción del acto, este llegó a conocimiento de gran parte de la comunidad universitaria gracias a la gran labor de muchos de vosotros. Sin embargo, al parecer una serie de asociaciones con las que no hemos tenido trato alguno previo parecen haberse molestado por algún motivo con el nacimiento de Totus Tuus y por la celebración de esta eucaristía, aprobada por la administración de la universidad. Han manifestado quejas a la administración y han llegado a confabularse para amenazar con boicotear el acto a toda costa.

También constatamos que personal de la universidad estaba retirando los carteles de promoción que habíamos fijado. 

En este ambiente, solicitamos también desde la asociación la presencia de la seguridad del campus en el lugar a la hora de la celebración, y rogamos se velase por el correcto desarrollo de una actividad lícita, pacífica y universitaria como tantas otras. 

Así estaban las cosas hasta ayer por la tarde, cuando sin esperarlo la universidad ha decidido en el último momento y a 24 horas revocar la autorización para el uso del aula hoy. Sin razones de peso y alegando que había riesgo de que algunos grupos causasen incidentes. Ante esto lo lógico hubiese sido que la universidad hubiese protegido a aquellos que tenían un acto autorizado, lícito y organizado. con el Obispo, medios de comunicación, y cientos de jóvenes convocados. Pero no ha sido así, alegando esto, a apenas 24 horas del acto que llevaba autorizado varias semanas, nos revocan la concesión del espacio. 

Es evidente que los jóvenes católicos universitarios en la universidad pública nos encontramos con trabas cuando queremos ejercer nuestro derecho fundamental a la libertad religiosa. Nos gustaría desde aquí recordar, que esto es un espacio público que nos pertenece a todos (no solo unos) y que todos los universitarios tenemos derecho a  disponer y utilizar estos espacios para los fines de nuestras asociaciones, porque es nuestro derecho, es nuestra libertad garantizada en la CE. España es un estado aconfesional en el que los ciudadanos y los universitarios podemos practicar libremente nuestra fe en los espacios públicos sin ningún tipo de impedimento si así lo solicitamos. 

Pero hermanos, esto no es nada nuevo, nuestro Señor ya nos lo advirtió en múltiples ocasiones cuando compartió nuestra existencia humana. 

Bienaventurados vosotros cuando os persigan o insulten de cualquier modo por mi causa porque vuestro nombre está inscrito en el reino de los cielos.
No es más el siervo que su Señor. Y nuestro Señor murió en una Cruz. 

San Juan Pablo, un grandísimo santo del que sacamos el nombre de la Asociación, se inclinó especialmente hacia la juventud. Nos dijo: “La humanidad tiene la necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a caminar contra corriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo la propia fe en Dios, Señor y Salvador”. Esa es la misión que tiene Totus Tuus.

¿Por qué nace Totus Tuus?

Totus Tuus nace como respuesta a las necesidades espirituales de los jóvenes universitarios. Para poder ser católicos también cuando venimos a clase, no tener que dejar nuestra fe en la percha al entrar a la universidad, como si de un abrigo se tratase. Es propio de los países desarrollados y de las universidades de prestigio respetar y promover las libertades de los ciudadanos y de los estudiantes evitando la censura. Eso ya quedó atrás. Una educación integral, completa y de calidad no puede ser ajena a las inquietudes espirituales de los estudiantes ni prohibir a los estudiantes formarse también en temas religiosos. Esto que estamos haciendo enriquece al ambiente universitario, ofrece un servicio más que el estudiante puede tener en cuenta a la hora de elegir centro de estudio.  

Queremos ser una cara visible del catolicismo en el ambiente universitario, un centro de apostolado en la universidad, crear un grupo de jóvenes activos para vivir la fe también en el ámbito universitario y demostrar que los jóvenes queremos desarrollar nuestras inquietudes espirituales en todos los ámbitos de nuestra vida, también en el estudiantil. 

Totus Tuus nace también por necesidad. Totus Tuus es necesaria porque hay muchos jóvenes buscando el sentido a la vida, buscando plenitud, felicidad. Y los que lo hemos conocido sabemos que esto sólo nos lo da el Señor. Los jóvenes tienen sed de Dios y en la mayoría de las ocasiones no hay nadie que les hable de Dios, no tienen vías para conocer a Cristo. Para ofrecer esa posibilidad estamos nosotros hoy aquí. 

Entendemos que existe un miedo generalizado a que te señalen por tus creencias. A alzar una voz discrepante a contracorriente que defienda la Verdad de Cristo. Especialmente en  algunas universidades públicas en las que los jóvenes pueden encontrarse con un espíritu bastante contrario a la fe. Pero hermanos, hay que acabar con estos complejos. Se está dejando de hacer tanto bien por complejos… Nunca sabemos cómo puede marcar la vida de un compañero de tu clase tu testimonio público de fe, el bien que le puede hacer en su vida. La Fe es el mejor regalo que podemos ofrecer a los que nos rodean. 

Hermanos, muchas gracias a todos por venir. A vuestro servicio ¡Y que Dios nos bendiga!