lunes, 15 de agosto de 2022

Y SOPLÓ EL ESPÍRITU

Aprovechando unos días de descanso, me he parado a considerar ante el Santísimo las gracias que el Señor ha derramado en mi vida en este curso (2021-22), y han sido muchas, seguramente muchas más de las que soy consciente. Y para que consten, y para que se fijen más en mi alma, y para que otros den gracias a Dios por su amor, he decidido plasmarlas en estas líneas. Y pensando en cómo titular este escrito, me ha venido a la mente que se ha tratado de un paso del Espíritu Santo, quizá más fuerte que en otros momentos, y de ahí lo del soplo, soplo del Espíritu. 




En este resumen-balance del curso 2021-22 lo primero que viene a la mente y el corazón es un inmenso “¡Gracias!”. Dios nos acompaña, nos cuida, nos quiere. Se manifiesta en mil detalles y en mil personas. Permitidme, en esta clave, destacar algunas de esas presencias con sabor a salvación que nos ha regalado. 



En este curso han sido cuatro las jóvenes de la parroquia que han dado un paso adelante en su camino vocacional hacia la vida consagrada. Nunca en mi vida como sacerdote se había dado en esta proporción. Dos jóvenes a la vida contemplativa, de clausura. ¡Qué misterio que Dios llame a sí a jóvenes vidas para desposarlas, y para hacerlas vida para otros! Las dos más jóvenes han decidido el carisma mixto de contemplar y compartir lo contemplado en el Instituto Mater Dei. ¡Cuánto bien he recibido de la vida religiosa femenina, y cuánto sigo recibiendo! A este respecto, debo destacar a la Hna María de la Cruz, con la que durante siete años he compartido apostolado y amistad y mucha presencia de Dios. En este curso ha sido destinada a su Argentina natal. Que (nos) siga ayudando en su tierra a tantos como ha ayudado en la nuestra, que hemos sido muchos. 













Otro soplo fuerte del Espíritu ha sido conocer el Proyecto Amor Conyugal (PAC); a José Luis y Magüi -sus iniciadores-; a Carlos y Ana, sus estrechos colaboradores. Este itinerario de encuentros pensado para los matrimonios, para que vivan su vocación al amor tal como Dios la pensó, es un verdadero regalo. Pude participar en uno de sus retiros, y flipé : ) Qué hermosura, qué bien pensado, qué renovador, qué profundo, qué salao, qué bomba, qué revolución… Todo esto pensé y sigo pensando. A lo largo de estos meses más de una decena de matrimonios han disfrutado de los retiros y de las catequesis PAC. Si Dios quiere, en 2022-23, queremos que sean muchos más los que reciban este regalo, esta caricia de Dios, este soplo del Espíritu.






Renovador ha sido también el nacimiento del grupo Juveniles Acutis Pro. Una quincena de chavales entre los 15 y los 18 años que quieren vivir con frescura y profundidad su amistad con Cristo, en la Iglesia, con Carlo Acutis como referente. Un auténtico regalo, una maravilla de chavales. Ya han ido algunos como premonitores de campamento, participan en el coro parroquial, se encargaron de las alfombras en la fiesta del Corpus, han peregrinado recientemente a Fátima, y en el futuro seguirán tomando riendas. Prometen. 








Otro fruto del Espíritu ha sido la pequeña semilla de Cursillos de Cristiandad que ha sido plantada en Ciempozuelos. Una decena de adultos, después de tener un encuentro renovador con el Señor y su Iglesia por medio de un cursillo de cristiandad, han decidido continuar profundizando en su experiencia cristiana de la mano de este movimiento. Cuidaremos la semilla para que crezca y siga dando frutos. 




Y con un soplo parecido del Espíritu han llegado a la Parroquia los retiros de Emaús y Effetá, verdaderas ráfagas. De momento los pocos hermanos que han participado en ellos han regresado con mucho brío, con mucha fuerza. Queremos cuidar y acompañar todo lo que existe en la Parroquia, y acoger e impulsar todo lo que revitalice y renueve la vida cristiana, y estos instrumentos lo hacen, no cabe duda. Veremos cómo sigue la siembra. 




De modo más discreto han estado presentes a lo largo del curso las adoraciones mensuales al Santísimo acompañadas por el grupo de matrimonios Juan Pablo II. Esta semilla nació a raíz del visionado de la película documental “Vivo” (muy recomendable!), que nos lanzó a exponer a Cristo Eucaristía en Hora Santa al menos una vez al mes. Ha sido precioso. Ponernos ante el Señor siempre da fruto. Ojalá esta senda eucarística se ahonde y extienda. 




En primavera tuvimos dos hitos importantes en el camino. Antes de Semana Santa la parroquia se lanzó a realizar un gesto público de manifestación de la fe: un viacrucis extraordinario y una misión parroquial, todo al hilo del Año de la Sinodalidad. El viernes 1 de abril las calles del pueblo acogieron el rezo de las catorce estaciones preparadas por todas las distintos grupos y realidades eclesiales de Ciempozuelos. Además contamos con la presencia de hermanos ucranianos con los que rezamos por la paz y el fin de toda guerra. El sábado y el domingo se sucedieron diversos momentos de anuncio de la fe y de invitación a participar en las cercanas fiestas de Semana Santa: en los oficios, las procesiones, el sacramento de la reconciliación. ¡Ah! y los seminaristas representaron en el centro San Juan de Dios la obra del “Divino impaciente” de Pemán. Una preciosidad. Fue un intenso fin de semana. 












El otro hito primaveral fue la celebración de las bodas de plata sacerdotales de nuestro párroco, D. Israel Guijarro. Fue muy bonito ver la fidelidad de Dios en su ministro, y el afecto y agradecimiento del pueblo de Dios para con aquel que les hace presente el sacerdocio de Cristo. Que por 25 años más de entrega y fidelidad!  




Junto a todo ello ha habido encuentros puntuales muy gozosos y profundos. En diciembre pasó por Ciempozuelos la Comunidad Cenáculo, con su ráfaga del Espíritu: espíritu de conversión y de vida nueva; de libertad ante las cadenas modernas, y de centralidad de la fe en Cristo y su poder sanador. 



También en diciembre visitaron la parroquia el coro voces para la convivencia y la coral Santiago Apóstol. Un regalo que pudiéramos escuchar cantos de Navidad de voces tan cuidadas. Junto al regreso de Natívitas -el festival navideño parroquial-, supusieron una preciosa preparación para las fiestas del nacimiento de Jesús. 






Para terminar el curso la providencia nos puso en el camino de Gregoire, un laico africano que lleva cuarto de siglo ayudando a las personas con enfermedad mental a salir del estigma que les han asignado. En realidad no nos cruzamos con él, sino con unos hermanos que desde España hacen todo lo posible por colaborar con Gregoire y sus enfermos. En concreto, llevaron a cabo en Ciempozuelos la representación benéfica de una obra de teatro para obtener recursos y enviarlos a África. También estuvimos ahí.





El verano ha traído consigo un precioso campamento parroquial en la sierra de Gredos, la sexta edición de “Montañas de Misericordia”. También dos peregrinaciones con juveniles y jóvenes a Fátima y Lourdes, pasando también por importantes lugares martiriales como Barbastro o el monasterio de El Pueyo. Una preciosa boda y hasta alguna primera comunión muy especial. En fin, muchos regalos.










En el ámbito personal también ha habido momentos muy especiales, como la Comunión de mi ahijado Luis Marie, la entrada en la Iglesia católica de la joven Sara, el bautizo de Carmencita y de María (un milagrito), cargar por primera vez en mi vida con el paso de la Virgen, y más recientemente la vocación de a Salesa de la joven Mónica. Y en otro orden de cosas, he recuperado varias veces mi bici -después de haberla perdido otras cuantas- y el Madrid ha ganado casi todo esta temporada, que en algún lugar había que ponerlo : ) [AH! y el grupo de deportistas que se ha montado] 













Gracias Señor por tus delicadezas y tus misericordias. Hay mucho más que agradecer, pero no todo se puede compartir. Sigue enviándonos tu Espíritu, que el mundo lo necesita. Que todos te conozcan y te amen y se salven. Amén.  



PD. Rumbo a la JMJ de Lisboa : )

martes, 17 de mayo de 2022

EL ERROR DE LAS ETIQUETAS, TAMBIÉN LAS LGTBIQ+


Las etiquetas se ponen a las cosas, o a las realidades que cosificamos. Las identifican desde fuera, para facilitar la comprensión de lo que hay dentro. Son útiles para el consumo, y también para el estudio: nos ayudan a clasificar corrientes y autores, y así recordamos mejor quiénes eran los filósofos racionalistas y los idealistas, y antes de ellos los presocráticos, los platónicos, los tomistas y otros más. Pero para lo que no sirven las etiquetas es para las personas en su condición individual, en lo que son como seres únicos e irrepetibles. 


En el ámbito civil se ha extendido en las últimas décadas con mucha fuerza la etiqueta LGTB, que después ha ido añadiendo siglas hasta ser LGTBIQ+ (puede que se hayan añadido más y no esté a la última). La propuesta ha sido identificar a las personas en función de su atracción o su autopercepción sexual, haciendo sustantivo lo que es adjetivo. De ahí se ha hecho frecuente identificar o referirse a personas -incluidas ellas mismas- como “es gay”, “es trans” o “es bi”, siendo muy excepcional -por no decir inexistente- la referencia a una persona como “es heterosexual”. Todo ello en el arco de poco más de dos décadas.




En el ámbito eclesial, el deseo compartido de acoger a toda persona en su seno con independencia de sus rasgos propios (raza, sexo) o sus opciones (religión, ideología) ha llevado en los últimos años a una confusión: para acoger se ha asumido la mirada ideológica del asumido. El ejemplo más conocido es el del P. James Martin, sacerdote jesuita estadounidense de gran influencia en su país. A raíz del atentado en Florida contra un local de ambiente gay, el jesuita tomó la decisión -no me cabe duda de que bien intencionada- de tender puentes con la comunidad lgtbi (sic). Su primer paso es el de denominarles tal como quieren ser denominados: lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales, queer, asexuales, género fluido, etc etc. Según la BBC hay más de 100 géneros, de ahí el uso del signo “+” al final para referir una categorización casi interminable. 


A mi parecer Martin comete dos errores con este posicionamiento: asumir la antropología de género, esa mirada sobre al persona que considera el dato biológico irrelevante, dado que la voluntad personal puede decidir sobre la identidad personal con independencia de aquella. La Comunidad de Madrid en una de sus leyes sobre la cuestión LGTBI afirma que todo ciudadano tiene derecho a definir su identidad. Da igual qué cuerpo tienes, tu voluntad es soberana. 


El segundo error del P. James al usar las categorías mencionadas consiste en reforzar a las personas que se consideran LGTBIQ+ en su idea de que esa condición es lo que les define, en vez de ayudarlas a descubrir su identidad profunda, mucho más radical -es decir, de raíz- que las etiquetas impuestas o autoimpuestas. 


Hace unos años hablaba con un joven y me comentaba sus dificultades en el ámbito de los afectos y las atracciones. Me decía que le gustaban los chicos, pero a veces también las chicas. A veces mucho, a veces poco, a veces más, a veces menos… Y me decía que no sabía bien qué era. Fácilmente descubrí que estaba intentando encajar en alguna de las siglas de moda: o era G, o era B, o a lo mejor era otra cosa que estaba por inventar… Después de escucharle le dije: amigo, está muy claro lo que eres: eres hijo amado de Dios. Eso no te lo has dado tú, pero tampoco te lo puedes quitar. Y eso no depende de tus sentimientos o emociones, permanece siempre. Hemos recibido el ser, la vida, lo hemos hecho como hombres o mujeres, somos criaturas amadas, alégrate. Después habrá que ver porqué experimentas esas atracciones, porqué son ambivalentes, qué significan y cómo vivirlas”. Y en eso seguimos. 


Quiera Dios que descubramos de verdad quiénes somos, y desde ahí acompañarnos unos a otros en el apasionante camino de la vida, sin confundirnos ni engañarnos con etiquetas, por muy de moda que estén, pero que no son lo mejor para conocer y acoger a las personas.