miércoles, 4 de septiembre de 2024

Once años de locura y Consuelo


Hay en Ciempozuelos un dicho que tiene gracejo: “Ciempozuelos, qué locura, y qué consuelo!”. Hace referencia a dos de las principales realidades de esta villa hospitalaria: la existencia de dos inmensos centros psiquiátricos -con sus cientos de residentes, los religiosos que les acogen y cuidan, y los profesionales que les asisten-, y la patrona del pueblo, que es la Virgen del Consuelo. 


He tenido el gran regalo de servir como sacerdote en la parroquia de Ciempozuelos -Santa María Magdalena- desde septiembre de 2013 hasta agosto de 2024. Han sido once años de regalos de Dios, difíciles de resumir en un escrito. Pero el corazón reclama que algo sí quede consignado en un texto. Vamos a intentarlo. 




El primer regalo de Ciempozuelos ha sido los hombres y mujeres consagrados a Dios. He compartido ministerio sacerdotal en estos años con hermanos sacerdotes de los que he recibido mucho. Me han cuidado, he aprendido, he compartido, hemos luchado y sufrido juntos, y por encima de todo hemos anunciado el evangelio. Ha sido un gozo. 

Junto a ellos, la fraternidad vivida con los hermanos y hermanas de la vida religiosa ha sido un bálsamo, un descanso y una alegría. Los hermanos de san Juan de Dios y las hermanas hospitalarias del sagrado Corazón de Jesús; las hermanas Oblatas; las hermanas Mater Dei; y más recientemente las hermanas misioneras de santa Teresita. Sin olvidar el poso que durante 400 años y hasta 2012 dejaron las hermanas Clarisas. 

La huella de la vida entregada de estas almas ha hecho de Ciempozuelos una villa hospitalaria, es decir, un pueblo que acoge evangélicamente, como si de Cristo se tratara. Así me he sentido yo. En los últimos años, además, la vecindad con una de las comunidades me ha hecho mucho bien en mi vida personal y pastoral. Regalo sobre regalo. 




Qué más dones he recibido? Tantos… Son cientos las personas conocidas y tratadas en estos años. Catequistas, niños y familias de comunión, que después serían de Júniors, y luego de Juveniles, y luego jóvenes, y después matrimonios 😊. Los grupos pastorales de la parroquia: las Comunidades del Camino neocatecumenal, las hermandades del Consuelo, de la Soledad, de Medinaceli, De San Pedro y san Pablo, de san Juan de Dios; las mayores de vida ascendente, las voluntarias de Cáritas, las visitadoras de enfermos, y los enfermos a los que he tenido el privilegio de visitar: Paco, Mary, Tere, Francisca, José Luis e Irundina, Lourdes, Maipu… y los que ya pasaron a la casa del Padre. Junto a ello, la amistad vivida con los fundadores de Mambré y Novahumanitas -radicados en Ciempozuelos- ha sido otra caricia del Señor. 




En estos años he visto nacer y crecer los grupos de matrimonios bajo la inspiración de Juan Pablo II y el Proyecto Amor Conyugal, y también la Ultreya de cursillos de cristiandad, con su alegría e impulso renovador. La pastoral con adolescentes y jóvenes ha sido siempre una de mis debilidades y preferencias. Ver cómo los niños y adolescentes pasaban a ser jóvenes monitores ha sido precioso. Acompañar algunos jóvenes y adultos en su vocación hacia el matrimonio y la vida consagrada, un lujo. Estar cerca en el momento de la muerte y caminar juntos en la elaboración del duelo, algo difícil de expresar. 
Una locura de amor esta década más uno 😊





Me dejo muchas cosas en el tintero. Me vienen decenas de rostros con los que me he cruzado en estos años; cuyas casas he bendecido y en las que he descansado; También acuden a la memoria personas o situaciones en las que no he trasparentado el rostro de Cristo sacerdote. Lo dejo todo en sus manos para que Él repare lo que yo dañé. Me acojo a su misericordia, y a la de los hermanos. 




En el transcurso de estos años realicé una consagración especial a la Virgen María, y me hizo mucho bien. A ella me acojo, y en sus manos pongo a las personas regaladas en Ciempozuelos, para que las lleve a su hijo Jesús. En Sus manos no se pierde nada, y todo está llamado a crecer, hasta el extremo, hasta el Cielo. 

Que la Virgen del Consuelo nos lo alcance. 

Gracias Madre 

sábado, 16 de marzo de 2024

PENA DE ASESORES, SANTO PADRE

Querido Papa Francisco:

Veo difícil que estas líneas le lleguen, pero que no quede por no escribirlas. 

He visto en las redes sociales que el día que cumplía 11 años como papa -felicidades y oraciones- ha recibido a la cúpula de Religión Digital, un medio español de información religiosa. Le acompañaban también en el encuentro de media hora el P. Ángel García y la religiosa Sor Lucía Caram. 


Desconozco, santo padre, quién le asesora sobre qué audiencias tener y la orientación sobre las mismas. Permítame que le señale tan solo algunos detalles para que caiga en la cuenta de que ciertos apoyos que le dan son perjudiciales para su propio ministerio. 

Este medio de información religiosa ha difamado públicamente a algunos sacerdotes a los que descalifican por no tener una línea de pensamiento afín a su línea editorial.

En el siguiente enlace puede ver una noticia sobre la presunta vacunación de algunos sacerdotes en la época del covid. No tienen pruebas ni saben el nombre del sacerdote o sacerdotes que presuntamente se habrían vacunado indebidamente. Pero aprovechando la circunstancia, mencionan a tres de ellos, que de ninguna manera recibieron esa dosis. Además, uno de ellos -el P. Jesús Silva- ni siquiera vive en esa localidad, sino a más de 25 kilómetros de la misma. 

Artículo señalando a sacerdotes presuntamente vacunados

Recientemente también el P. Patxi Bronchalo ha vuelto a ser mencionado por este medio en un artículo que habla de la "Fachosfera católica" en un asunto que nada tiene que ver con él. Es una auténtica pena. 

Otra de las campañas más sangrantes de Religión Digital fue la dirigida contra Mons. Javier Martínez, arzobispo de Granada. En un presunto caso de abusos sexuales por parte del clero, en el que usted -santo padre- acabó recibiendo al propio Martínez en la sacristía de la residencia santa Marta, y en el que finalmente se absolvió al sacerdote, RD estuvo meses señalando al arzobispo como culpable de encubrimiento. Fue bastante repugnante el modo de proceder de este medio. Por supuesto, ninguna rectificación ni petición de perdón por tratar de tal manera a un sucesor de los apóstoles. 

Los ejemplos, santo padre, podrían seguir. Pero dejémoslos aquí. 

Entiendo que si usted les ha recibido y les ha animado a seguir en su línea es porque no conoce bien de qué línea se trata. Y eso es labor de sus asesores. 

Supongo que son los mismos que le informaron sobre la vicepresidenta de España, Yolanda Díaz, a la que despidió en su último encuentro con ella orientándola a que "no afloje" y "siga apretando". Díaz es experta en apretar a favor del aborto como derecho, de la eutanasia como derecho, de la ideología de género (ley trans, hormonación de menores sin consentimiento paterno, adopción por parte de parejas del mismo sexo); experta en poner la potestad del estado por encima de la de los padres en la educación de los hijos; experta en pactar con fuerzas políticas que no condenan los asesinatos de ETA, entre otras líneas.

En la reunión del pasado 13 de marzo, santo padre, también se encontraba la religiosa sor Lucía Caram, que junto a su obra social de ayuda -Dios la bendiga por eso- ha expresado públicamente opiniones contrarias a la fe y moral de la Iglesia: negando la virginidad de María, negando la verdad de la sexualidad que encuentra su verdadero sentido en el matrimonio (como usted mismo ha vuelto a reafirmar en Fiducia Supplicans). 

Santo padre, pida a sus asesores que le asesoren mejor. Provoca escándalo ver que con su autoridad son aparentemente justificadas actitudes contrarias a la fe, la fe que usted debe confirmar en todos nosotros. 

Dios le bendiga. Rezamos a su favor.